Esquí-alpinismo. Adrenalina, aventura y libertad en la nieve.

Nuestra friend y alpinista Miriam Marco nos habla de una de sus pasiones, el esquí-alpinismo, una actividad invernal que permite disfrutar de la aventura y la libertad de llegar a esas líneas de nieve de más difícil acceso.

Hoy os presento mi actividad favorita en invierno. Consiste en escalar un corredor de nieve-hielo o una aérea arista que nos da acceso a una canal con más o menos pendiente, que descendemos encima de nuestros esquís, con toda la sensación de adrenalina y velocidad que nos proporciona la nieve.

Me encanta utilizar las técnicas del alpinismo, con cuerdas, piolets, crampones… combinadas con la sensación de velocidad y libertad del esquí. Para mí una de las sensaciones más gratificantes de la montaña.

La primera vez que realicé esta actividad fue en Chamonix, donde hice mi primer rappel con los esquís puestos; nunca olvidaré la sensación de soltar la cuerda y empezar a esquiar. El recuerdo de un entorno increíble, un corredor entre las agujas de Chamonix, y el glaciar de las Jorasses a mis pies… ¡Uauuuuh!

Antes de ir a Chamonix, ya había estado jugando en los alrededores de mi estación pirenaica, Cerler, donde después de dar clases de esquí, nos escapábamos a ir a buscar las líneas de nieve que veíamos desde la estación. Fueron unos años muy divertidos, de aventura y de aprendizaje. Mis maestros, los que ya habían esquiado anteriormente todo lo que se me ocurría, me acompañaban y me enseñaban nuevos rincones, convirtiendo los accesos de la estación como punto de partida.

Las mejoras del material, esquís y botas ligeros con buenas prestaciones en las bajadas, nos permiten escalar y esquiar con comodidad. También la ropa cada vez es más cómoda y con más prestaciones para el invierno, lo que nos permite disfrutar en todas las condiciones.

Por suerte, nuestros Pirineos son un terreno de juego infinito, donde las montañas, aunque no son muy altas, sí que nos permite poder disfrutar de sus caras norte y de sus aristas. Dar el siguiente paso a los Alpes nos hará sentirnos más pequeñitos entre sus glaciares y agujas. En sitios como Chamonix o La Grave, encontramos condiciones y terrenos que nos quitarán el hipo.