Non zangoa, han gogoa
Hasta el viajero más infatigable agradece una pausa; incluso el más nómada de los nómadas construye sus pequeños asentamientos. Todos necesitamos un campo base a la vuelta de nuestras idas y venidas; un amparo. A menudo, ese espacio de protección no es un lugar físico. Es el apoyo que proporcionan los de casa, el abrazo...