Aitor y Laura tienen un proyecto en común: viajar en bicicleta por el mundo. Entre un lugar y otro, aprovechando un alto en el camino, nos cuentan algunas cosas importantes a la hora de aventurarse en un proyecto de estas características.

Para viajar en bicicleta por el mundo hay tener en cuenta tres cosas muy importantes:

1. Material
2. Logística
3. Clima

Elegir la bicicleta

Cuando se piensa en hacer un viaje de larga duración en bicicleta, nos viene a la cabeza que deberíamos comprar una de las más caras del mercado: que pese poco, (por lo tanto que sea de aluminio o de fibra de carbono) y que tenga cuantos más accesorios mejor.

La realidad nos enseña justo lo contrario, lo más importante cuando nos planteamos viajar en bicicleta por el mundo es la durabilidad y que sea lo más simple posible para que, en caso de avería, seamos capaces de repararla nosotros mismos y en caso de necesidad, que podamos encontrar los repuestos en el mercado del país en el que nos encontramos. Teniendo en cuenta esto, la bicicleta ideal debería ser de Acero, con frenos V-brake y, sobre todo, con ruedas de calidad, ya que son estas las que van a llevar todo el peso.

Las alforjas deberán ser impermeables pues si llueve, sabemos que al parar tendremos la ropa, la tienda de campaña y demás bien seco.

Información previa antes de viajar en bicicleta por el mundo

Para evitar problemas a la hora de viajar en bicicleta por el mundo es muy importante saber qué fronteras de cada país se pueden cruzar. Hay algunas que son para uso local y otras para uso internacional, éstas últimas, son las que a nosotros nos interesan. Hay que saber qué horarios de apertura y cierre tienen (muchas no están abiertas las 24 horas del día, sobre todo fuera de Europa).

Además, otra consideración a tener en cuenta al viajar en bicicleta por el mundo son los visados: hay que enterarse con antelación de en qué país se encuentra la embajada en la que queremos solicitar el visado y cuáles son los requisitos que hay que cumplir para que te lo concedan. Llevar los deberes hechos a una embajada marca mucho la diferencia, y es seguro que nos ahorraremos más de una vuelta.

En zonas desérticas o semidesérticas es de gran relevancia saber donde están los puntos de agua en los que avituallarse ya que sino, para evitar así tener que cargar con mucho peso extra ( tener en cuenta que en zonas cálidas se necesitaran unos 8 litros por persona y por día para beber, cocinar y para aseo personal).

Climatología

Por último, el tiempo (clima de la zona), va a marcar la diferencia a la hora de disfrutar del pedaleo diario. Siempre que se pueda hay que evitar las épocas de lluvia puesto que, generalmente, las carreteras que no estén asfaltadas se encontraran embarradas y después de unas horas bajo la lluvia, a cualquiera se le quitan las ganas de pedalear; en el momento en el que nos relajamos nos quedamos fríos, y si nos paramos es todavía peor.

Nuestra experiencia nos dice que es mejor pasar un poquito de calor y ponernos morenos bajo el sol, que estar chorreando de agua continuamente. De todas formas, lo más importante, necesario y quizá imprescindible, para que un viaje en bicicleta sea un éxito, son las ganas y la ilusión , ellas son las que nos llevarán allá donde nos propongamos.