3 montañas de la Sierra de Gredos y Sierra de la Paramera y la Serrota. Un artículo de Miguel Blanquer (Viaja por Libre), friend de Ternua y aventurero.

Los últimos meses han cambiado nuestra forma de viajar y con ello se han limitado las salidas a la montaña. Se buscan destinos locales, cercanos a nuestros lugares de residencia, fomentando el turismo rural y descubriendo rutas que de otra forma hubiéramos esquivado. En definitiva, muchos de nosotros, entre los que me incluyo, no somos conscientes de las joyas que tenemos cerca de casa.

La idea del artículo es mostraros tres de nuestras montañas favoritas que tenemos cerca de casa. Montañas modestas y no tan modestas, ideales para quitarnos el gusanillo o incluso para desquitarnos y sacar la bestia que llevamos dentro.

Nuestro destino mas cercano son las sierras de Gredos, sierra de la Paramera y la Serrota, así como la sierra de Guadarrama. Como somos gente que busca localizaciones poco masificadas, Guadarrama la tenemos un poco olvidada a pesar de ser una preciosidad y todo un parque nacional. Sin embargo, nuestro corazón está en Gredos y en la desconocida sierra de la Paramera y Serrota, situada a las mismas puertas de la ciudad de Ávila.

Comencemos por esta última, la sierra de la Paramera y Serrota, donde sus cimas mas visibles son el pico Zapatero, el alto de la Hoya y la Serrota, todos ellos por encima de los 2000 metros. Lugares que por su cercanía con la sierra de Gredos son olvidadas por los montañeros de fin de semana.

Pico Zapatero

Nuestra ruta favorita es la ascensión al pico Zapatero desde la localidad de Navandrinal. Una ruta circular que nos llevará por los parajes mas bonitos de la sierra y cuyo nombre tiene cierto tinte político. Completamente lejos de la realidad, dado que su nombre viene de una gran roca con forma de yunque que hay no muy lejos de la cima.

Ante nosotros tenemos una ruta circular, de aproximadamente 12 kilómetros y 900 metros de desnivel. Sin complejidad técnica a pesar de que hay alguna pequeña trepada en los últimos metros antes de hacer cima. No obstante, no es recomendable para niños muy pequeños y como suele ser habitual es necesario un mapa o GPS. La cresta del Zapatero contiene numerosas cimas casi idénticas y puede que nos equivoquemos a la hora de fijar el tramo de vuelta.

Como nota final, antes de comenzar la bajada final, pasaremos por la peña Cabrera, lugar habitual de anidamiento de buitres y donde sus paredes se prestan a la escalada clásica fuera de temporada.

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La Covacha

Posteriormente nos transportaremos a la conocida sierra de Gredos y allí una de nuestras montañas favoritas es la Covacha. Una montaña de 2395 metros, un tanto aislada y donde es fácil pernoctar en alguno de los refugios sin guarda que hay por el camino. Algo habitual al ser una ruta bastante larga.

Por delante tenemos 28 kilómetros de distancia y 1350 de desnivel. Ruta larga en invierno donde es fácil regresar por la noche.

La ruta parte desde el pequeño pueblo de Navalguijo, ideal para pasar un fin de semana en una casa rural. Cerca tenemos otras montañas como el Pelado o el Cancho, del cual hablaré mas adelante.

Llegar hasta la base de la montaña es sencillo, el camino está muy bien señalizado hasta la famosa laguna de los Caballeros. Una vez en ella, seguiremos un sendero en zigzag sin señalizar que nos llevará hasta la cima de la Covacha.

Si no vamos con tiempo, a pocos kilómetros de Navalguijo está la chorrera del Lanchón, situada en el mismo camino que la laguna de los Caballeros. Tiene una altura de 80 metros y es una de las mas altas de la sierra de Gredos.

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El cancho

De las tres rutas, el Cancho es quizás la más desconocida. Una montaña a la que muchos no la han prestado importancia debido a que hay otras mas altas, mas accesibles y menos agotadoras físicamente. Es la típica ruta con planificación previa donde tenemos marcado un objetivo.

La ruta tiene una longitud de 21 kilómetros y un desnivel de 1200 metros. La mitad del trayecto discurre por parte del sendero que lleva a la laguna de los Caballeros sólo que antes de desviarnos hacia el cañón, tendremos que salirnos del camino y cruzar un río como buenamente podamos. Es desde este punto donde apenas existe sendero y tendremos que guiarnos por instinto a golpe de mapa.

En verano la ruta es un tanto seca, apenas hay sombra, pero su soledad lo compensará todo. En invierno la cosa cambia, la montaña se cubre de nieve virgen y los aludes se convierten en algo habitual en la cara norte. Aun así y siguiente el camino correcto, su ascensión no es peligrosa y es muy recomendable hacerla en los primeros meses del año.

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