Hoy celebramos el Día de la Tierra, una efeméride que fue creada para crear conciencia en torno a los riesgos que afronta nuestro planeta. El mensaje es claro y urgente: es hora de actuar. Los océanos, auténtico pulmón de la Tierra, se asfixian en residuos de plástico y otros vertidos que alteran su pH; la tierra sufre pérdida de suelo fértil y deforestación; los fenómenos extremos asociados con cambios en los patrones climáticos (olas de calor, incendios forestales, inundaciones…) proliferan a un ritmo nunca antes registrado y afectan, no solo a los ecosistemas, sino también a las comunidades humanas.

Todo ello es consecuencia —no queda duda ya— de las alteraciones antropogénicas de la atmósfera y el suelo. Sin embargo, nada de ello es nuevo. Si bien la urgencia es cada vez mayor, las señales de que algo así podía ocurrir hace décadas que se conocen y quienes quisieron prestarles atención hace mucho tiempo que tomaron medidas.

En Ternua llevamos 30 años con ellas en mente. Es más, esas señales han definido el tipo de marca en la que hemos acabado convirtiéndonos.

30 años persiguiendo la sostenibilidad

Ternua no es una marca de ropa outdoor convencional; y no lo es por muchas razones. Para empezar, aunque nuestros productos están asociados a las actividades en montaña, nuestro logo es la cola de una ballena. Eso es algo que a mucha gente le llama la atención. Como ya explicamos aquí, no es una discordancia, sino que se debe a que los fundadores de la marca consideraron que la historia de los antiguos balleneros vascos que partían hacia Terranova en el siglo XVI reflejaba muy bien el espíritu de aventura que debía transmitir Ternua. Ternua (Terranova en euskera) representaba ese destino lleno de promesas al final de un camino de naturaleza salvaje poco o nada conocido. Querían que las prendas de la marca permitieran a las personas compartir ese espíritu y conectar con la naturaleza, pero sabían que esa conexión solo se puede dar desde el respeto. Por eso, como enmienda a la parte menos respetuosa de la actividad ballenera de aquellos pioneros, en Ternua adoptamos cuatro ballenas a través de WDC el mismo año que la marca echó a andar. Fue casi el acto fundacional de Ternua.

ballena

A continuación, y en lo que a actividad comercial se refiere, se tomó una decisión que hoy solo puede calificarse de visionaria: nuestra primera colección (1994) incluía una segunda capa elaborada con tejidos provenientes del reciclado de botellas de plástico. Esta fue una clara declaración de intenciones de la marca: En Ternua se iban a hacer las cosas de forma diferente a como se venían haciendo en el sector del outdoor.

Y así, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente se han convertido en los valores principales de Ternua, una filosofía que impregna cada etapa de nuestra actividad desde hace 30 años. Es un camino largo en el que, bien lo sabemos, nunca se llega al final. Porque siempre hay algo que se puede hacer mejor; siempre se puede reducir el impacto de nuestra actividad y nuestras prendas un poco más. Ese afán, al final, ha terminado dando forma a nuestra ropa.

Proyectos Singulares

Como no hemos ido a la rueda de nadie, sino abriendo camino, la búsqueda de formas de hacer más sostenibles ha supuesto para nosotros mucha investigación. Los Proyectos Singulares son proyectos piloto que hemos puesto en marcha con el correr de los años, solos o en colaboración con otras empresas comprometidas e instituciones, para investigar las posibilidades de diversos materiales y técnicas. De ellos hemos extraído aprendizajes que después hemos incorporado de forma regular a nuestras prendas. Estos son nuestros proyectos singulares:

Artileshell. Un proyecto en colaboración con Iletegia y Muturbeltz que buscaba la utilización de la lana de oveja latxa en aplicaciones textiles. La oveja latxa es una raza autóctona vasca cuya lana se consideraba un residuo debido a su particular estructura. Y, sin embargo, esa misma lana era el secreto que había permitido a esta especie adaptarse a un clima y una orografía en la que otras especies ovinas no han podido proliferar. Con Artileshell buscamos que la lana del millón de ejemplares de latxa que hay en Euskadi no terminase en un contenedor, ¡y lo conseguimos!

oveja latxa

Colorcycle. Las cáscaras de nuez son otro residuo “autóctono” vasco. Debido a que las nueces se consumen por toneladas en las sidrerías del territorio, cada año se recogen unos 55.000 kilos de cáscaras. ¿Podían usarse para algo? Con Colorcycle demostramos que sí. Hoy en día parte de esas cáscaras se utiliza en la elaboración de tintes orgánicos 100% sostenibles que se emplean en algunas de las prendas de nuestra colección New Earth Spirit. Este es un proyecto en colaboración con el Departamento de medio ambiente de la diputación de Gipuzkoa, la asociación de sidrerías de Gipuzkoa y Archroma.

Seacycle. El pueblo vasco vive de cara al mar y el mar tiene una enorme importancia en nuestra cultura, nuestra historia y nuestra economía. Ver ese mar repleto de residuos de plásticos es una auténtica desgracia. Seacycle es el proyecto de recogida de residuos de las aguas costeras vascas y elaboración de fibras textiles con ellos. Un proyecto que desarrollamos en colaborción con AZTI-Tecnalia, el Gobierno Vasco (IHOBE), EKO-REC y Seaqual,

Redcycle. Otro residuo relacionado con el mar pero que, en este caso, languidece en tierra, son las redes de pesca desechadas. Con Redcycle convertimos estas redes en hilo ECONYL®, un hilo de nylon reciclado. Redcycle es un proyecto conjunto de Ternua con la empresa italiana Aquafil.

Wearcycle. Este es un proyecto de economía circular en colaboración con Gureak, Belda Llorens, la Diputación de Gipuzkoa e Ihobe. Wearcycle reutiliza los desechos textiles de las lavanderías para crear un hilo altamente resistente y totalmente sostenible que después utilizamos en nuestras prendas.

redcycle-redesdepesca-recicladas

Pioneros en prácticas sostenibles

Además, en Ternua hemos apostado por aplicar técnicas de producción sostenibles y emplear materiales reciclados; prácticas que en algún caso son comunes hoy en día pero que no lo eran en absoluto cuando nosotros las implementamos.

Así, fuimos la primera marca en renunciar a las plumas de aves de primera mano. En su lugar empleamos pluma reciclada NEOKDUN proveniente de edredones y almohadas cuyo ciclo de vida ha terminado. También renunciamos al algodón convencional para emplear únicamente algodón orgánico, y apostamos por la lana reciclada.

En el apartado de tratamientos, fuimos la primera marca outdoor del mundo PFC Free. Para los tratamientos antiolor no usamos químicos industriales, sino tecnología Polygiene, que emplea concentraciones bajas de sales de plata recicladas (prcedentes de carretes, radiografías, etc.) o tecnología Scafé, que usa residuos de la industria del café con grandes propiedades antibacterianas.

Circularidad y Monomaterialidad, una nueva apuesta

Nuestra nueva colección, recientemente lanzada, incorpora dos principios guía estrechamente relacionados que han llegado para quedarse: la circularidad y la monomaterialidad

Si hasta ahora gran parte de nuestros esfuerzos estaban centrados en emplear cuantos materiales reciclados pudiéramos en la elaboración de nuestras prendas; ahora, sin renunciar a lo anterior, queremos que nuestras prendas sean también fácilmente reciclables. Y es que sí, se puede producir una prenda nueva a base de materiales reciclados y, sin embargo, que la propia prenda no sea reciclable o sea muy difícil de reciclar. Esto ocurre cuando se diseñan tejidos o membranas que mezclan diversos materiales, de manera que estos quedan inextricablemente unidos, haciendo que la separación y reciclaje sean inviables en el futuro.

Aquí es donde entra en juego la idea de monomaterialidad. Al hacer que las diferentes fibras coexistan sin mezclarse se obtiene el mismo rendimiento de la prenda, pero, además, se facilita su reciclaje al final de su vida útil, o incluso su biodegradación en el caso de los materiales de origen natural.

Esta es una apuesta a largo plazo, una idea que ha venido para quedarse y ser parte de la identidad de Ternua.

New Earth Spirit, un laboratorio de sostenibilidad

Los aprendizajes que han surgido a lo largo de estos años de Proyectos Singulares y apuestas en pro de la sostenibilidad no han caído en saco roto. La idea no fue nunca hacer pequeñas campañas de greenwashing, sino conseguir resultados que pudieran aplicarse en nuestras prendas de forma permanente. 

Nuestra colección urbana, New Earth Spirit, se han convertido en el destino más habitual de todas esas fibras y tratamientos sostenibles, aunque no son las únicas colecciones que los incorporan. Es por eso que estos días hemos estado donando el 20% de las ventas de la línea New Earth Spirit a la protección de los lugares silvestres y los ecosistemas a través de EOCA. Hoy es el último día de esta promoción dedicada al Día de la Tierra. Si alguna de nuestras prendas de New Earth Spirit te seduce, no dejes para mañana la compra, porque hoy, además de hacerte con ella, apoyarás una buena causa.  

¿Qué puedes hacer tú?

Todos podemos hacer algo por reducir nuestra huella de carbono, por minimizar el impacto de nuestras acciones. Por lo que respecta a la gestión de nuestros desechos (algo a lo que nosotros otorgamos gran importancia), son gestos bien conocidos y muy lógicos, como reciclar, hacer uso de los puntos limpios más cercanos a nuestro domicilio, conocer fundaciones, empresas o iniciativas que reciclan cierto tipo de artículos, revender mediante aplicaciones de segunda mano, etc. En los demás aspectos de nuestras actividades cotidianas, hay todo un mundo de gestos: movernos en transportes no contaminantes, reducir el gasto energético, controlar el gasto de agua…

Sin embargo, si hay un gesto realmente poderoso a nuestro alcance es el de decidir qué consumimos y qué no. Al apostar por marcas con un compromiso verificable con la sostenibilidad y renunciar a comprar a quien no siga esta filosofía estamos influyendo sobre organizaciones que realmente tienen la capacidad de cambiar las cosas a un nivel muy superior al de nuestros pequeños gestos cotidianos.

Todo gran viaje comienza con un pequeño paso. Y nunca es tarde para iniciar un viaje como este. ¡A nosotros nos ha estado dando satisfacciones durante 30 años!