Ahora que el Pirineo, uno de nuestros patios de juegos favoritos, se ha sacudido la mayor parte de la nieve y muestra una cara más amable y accesible para todo el mundo, los refugios de montaña van iniciando su actividad estacional. Los días se alargan, las temperaturas se suavizan y todo invita a guardar las tablas y sacar las botas, los bastones y los mochilones. ¡Es la hora de patear y de disfrutar de los refus!

Como probablemente sabrás, en Ternua estamos muy comprometidos con mantener ciertos valores que nosotros consideramos esenciales para el montañismo; valores como el acercamiento respetuoso y consciente a los espacios de montaña. Creemos que esta es la única manera de legar estos escenarios a las futuras generaciones y que ellas también puedan disfrutar de la aventura, como lo hacemos nosotros, en un entorno que aún es auténtico y está vivo. En el marco de ese compromiso tienen mucha importancia para nosotros los acuerdos de colaboración que mantenemos con una red de refugios emblemáticos del Pirineo: Bayssellance, Chalet la Grange de Holle, Campana de Cloutou, L'Envers des Aiguilles, Croix de Bonhomme, Aran Hostel, Amics de Montgarri, Amitges, Bujaruelo, Conangles, Artiga de Lin, Sant Jordi y Prat d'Aguilló. Para nosotros, estos refugios no son meros establecimientos, sino auténticas instituciones clave en el impulso de la cultura de montaña. ¿Qué sería del alpinismo, la escalada, el trekking y las demás actividades de montaña sin los refugios?

En este artículo te presentamos cinco de estos establecimientos (no tenemos espacio para todos en un solo artículo, pero volveremos sobre los restantes) para proponeros una actividad destacada en la que el refugio en cuestión se emplea como base bien sea para una ascensión o como parte de una ruta de trekking entre refugios. ¡Vamos allá!

Refugio de Baysellance

126 años después de su fundación, Baysellance se mantiene como el refugio guardado a mayor altitud de la cordillera. Se encuentra a nada menos que 2.651 metros de altura en el macizo del Vignemale, 230 metros más alto que el refugio más alto del lado español (Cap de Llauset).

Es un refugio de estructura clásica, como se construían entonces (1899) a base de naves abovedadas, en este caso con cubierta de cinc (originalmente de cobre). Pero es un refugio que fue completamente renovado en 2003 y cuenta con todas las comodidades. Hoy en día tiene capacidad para albergar a 58 personas y opera, dependiendo de las condiciones, entre mayo y octubre.

Puerta del Vignemale

El refugio de Baysellance es la base más habitual para alcanzar la cumbre del majestuoso Vignemale, el pico más alto del Pirineo francés y que tiene, a decir de muchas personas, la cara norte más sublime de toda la cordillera. Esta vertiente, sin embargo, no la veremos, a no ser que accedamos a Baysellance desde Pont d’Espagne, algo absolutamente recomendable por los paisajes, aunque es una ruta más larga. La ruta más corta, en cambio, sale desde Ossoue, cerca de Gavarnie.

El caso es que, una vez en Baysellance, estaremos en disposición de alcanzar el Vignemale, para lo cual tendremos que remontar el glaciar de Ossoue, por lo que los crampones, el piolet y el conocimiento de su uso son imprescindibles. El glaciar de Ossoue es el segundo más extenso del Pirineo, después del de Aneto, pero como todos los demás, está en franco retroceso. Una vez en la cabecera del glaciar, una sencilla trepada nos dejará en la cumbre del Vignemale, uno de esos balcones incomparables que justifican toda fatiga. También es posible acceder desde Baysellance al muho más accesible Petit Vignemale. Su cumbre está a solo 1 hora desde el refugio y es uno de esos tresmiles accesibles que compensan el esfuerzo con grandes vistas.

Refugio de Campana de Cloutou

Seguimos en el lado francés de la cordillera para descubrir un establecimiento completamente renovado en fecha tan reciente como 2023. El Refuge de Campana de Clotou está situado en pleno macizo de Neouvielle, en un entorno granítico espectacular junto al lago de Campana. La nueva estructura, ampliada, revestida de madera y equipada con paneles solares, ofrece un alojamiento moderno y respetuoso con su entorno. Actualmente tiene una capacidad de 36 plazas en verano y 25 en invierno. Se puede acceder al refugio desde dos puntos: por el norte, desde el viraje de Garet, antes de La Mongie, en la carretera hacia el Pic du Midi; por el sur, desde el refugio de Bastan, cruzando el collado de Bastanet. Ambas rutas ofrecen belleza suficiente como para justificar una visita al refugio pero, ya que estamos, ¿qué más se puede hacer aquí?

Circular a Neouvielle

Aunque el refugio de Campana de Cloutou es un buen puto de partida para acceder a varios picos de la zona, nuestra apuesta en este caso es un pequeño trekking de 3 etapas que recorre el corazón del macizo de Neouvielle. La actividad parte del parking de Tournaboup (1464 mts) y asciende hasta el refugio del lac d’Orédon (1849m). Desde allí, al día siguiente, se camina hasta el refugio de Campana de Coutou y, al día siguiente, se retorna al punto de salida. En total son 42 kilómetros. Los detalles de la actividad los puedes encontrar en la propia página del refugio.

Refugio de Bujaruelo

Probablemente no hay ningún otro refugio en la cordillera que cuente con tanta historia como el de Bujaruelo. Fue fundado por monjes hospitalarios, ya con la función de albergue para peregrinos, nada menos que en el siglo XII. El edificio actual, por supuesto, no tiene mucho que ver con aquel primer “hospital”, pero junto a él sí perduran, con su aspecto original, el puente y la ermita románicos de San Nicolás. El refugio cuenta con 60 plazas y se puede acceder hasta él en coche a través de una pista que remonta el valle desde Torla. Pero una vez allí, hay todo un mundo de actividades que podemos llevar a cabo a pie.

Acceso occidental a Ordesa

El valle de Bujaruelo está situado en un punto estratégico del Pirineo, pues no se encuentra en un macizo concreto, sino a caballo entre varios. Si tiramos hacia el este tenemos las cumbres occidentales del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Gabietos, Taillón, etc); si continuamos hacia el norte por el valle del Ara, podemos acceder al macizo de Vignemale; y si tiramos hacia el oeste por el valle de Otal nos encontramos toda la sierra de Tendeñera perfectamente alineada.

Nuestra propuesta, en este caso, es alcanzar la cima del Taillón por una ruta poco transitada. Del refugio hay que salvar un buen desnivel hasta el collado de Bujaruelo. Pero desde allí, en lugar de seguir hacia el refugio de Sarradets y la Brecha Rolando, giraremos hacia el suroeste buscando la Forqueta de Gabieto. Después continuaremos por una faja hacia la cueva del Furicón y, girando hacia el oeste, aparecemos sobre el llano de Salarons. Desde allí solo queda caminar hacia la vertiente sur del Taillón, que alcanzaremos desde el Collado Blanco. La vuelta al collado de Bujaruelo podemos hacerla por la ruta tradicional de la Brecha Rolando y el refugio de Sarradets.

Refugio d'Amitges

No hace mucho os recomendábamos una serie de actividades de esquí en las cercanías del refugio d’Amitges. También hicimos lo mismo, en su día, con actividades de escalada por el entorno. Si al refugio d’Amitges volvemos a menudo en este blog porque nos parece otro de esos sitios imprescindibles del Pirineo.

El edificio está situado en el corazón del Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, junto al Estany Gran d'Amitges. Tiene capacidad para 74 personas en temporada de guarda y para 12 personas en la zona libre que permanece abierta en invierno.

Carros del Foc

Aunque desde Amitges se pueden hacer un montón de actividades, como las ascensiones a las Agujas de Amitges (2.663 m), los picos de Amitges (2.848 m), Saboredo (2.829 m), Bassiero (2.903 m), el Portarró y el Gran Encantat (2748 m) entre otros, lo que aquí te proponemos es que conozcas Amitges y todos sus refugios vecinos completando la fabulosa ruta de Carros de Foc, la primera ruta balizada “oficial” entre refugios, de la que ya os hablamos aquí. Poco más podemos añadir a lo que ya comentamos en ese post, excepto que Carros de Foc es una ruta imprescindible para los trekkers multietapa.

Refugio de Prat d'Aguiló

También conocido como "Cèsar August Torras", se encuentra a 2.010 metros de altitud en la vertiente norte de la Sierra del Cadí, justo bajo el Pas dels Gosolans, en el Parque Natural del Cadí-Moixeró. Tiene una capacidad para 32 personas y, en ausencia de guarda, dispone de 15 plazas con colchones y mantas, una lámpara con temporizador y una zona anexa para cocinar. Al refugio se puede acceder en 4x4 tras circular durante 12 kilómetros por una pista forestal. Con un coche convencional no es demasiado recomendable, a poco que se le tenga un poco de cariño.

Pic Combanona desde Aguiló

Aunque el refugo de Prat d’Aguiló forma parte de la popular travesía Cavalls del Vent y la Alta Ruta del Cadí, otros dos trekking multietapa imprescindibles, nosotros nos vamos a centrar en usarlo como base para una actividad de día: la subida al Comabona, de 2.547 metros. La subida comienza con una exigente subida de 430 metros de desnivel en apenas 2 kilómetros. Alcanzamos así el Pas dels Gosolans, desde donde el camino continúa de manera más suave, bordeando la sierra con vistas espectaculares, especialmente hacia el Pedraforca. Se pasa por el Collet del Comabona, donde destacan los impresionantes barrancos hacia la Cerdanya, para alcanzar finalmente la cima del Comabona tras un último tramo de ascenso moderado. Es una ruta de alta montaña accesible y bien señalizada, que combina esfuerzo moderado con panorámicas espectaculares.