Ángel Grimaldi, fotógrafo de naturaleza y friend de Ternua, nos cuenta su experiencia tras toda una vida persiguiendo la elusiva magia que habita en los océanos a través de la fotografía marina. Mediante apnea y bajo luz natural, lleva años viajando, como él describe con sus propias palabras, "en busca de la magia que emana del mundo salvaje antes de que desaparezca". En este artículo nos relata sus viajes, descubrimientos y experiencias fotográficas a través de sus imágenes en plena conexión con la naturaleza.

Chasing silence: Toda una vida persiguiendo la elusiva magia que habita en los océanos.

Un artículo de Ángel Grimaldi.

Nacido del Atlántico, desde pequeño el océano fue mi patio de juegos y sus habitantes siempre despertaron mi curiosidad. Aun recuerdo ver fascinado una y otra vez las cintas VHS de Jacques Cousteau. Cuando salía a pescar con mi padre, no lo hacía por pescar, sino por ver a los animales de cerca, me quedaba asombrado, pasarían muchos años más hasta que me ponía mi primer par de aletas, máscara y descubre el mundo subacuático.

He sido muy afortunado y he pasado varios años trabajando como veterinario de fauna silvestre en distintos países, desde las selvas de Costa Rica, hasta la estepa de Uzbekistán, pasando por el desierto rojo de Abu Dhabi.

Aunque nací en las Islas Canarias, actualmente resido en Byron Bay, Australia, donde, junto con mi pareja, construimos una tiny house sostenible. Desde que me mude a Australia vivo como guía de expediciones polares y ayudó como voluntario en un centro de rescate de animales marinos cuando estoy en tierra.

Somos animales muy visuales, y fueron las imágenes que vi en los documentales las que me inspiraron a sumergirme en la naturaleza, ahora, aspiro a inspirar a otros a través de mis retratos del mundo salvaje.

No encontrarás mucho color en mis retratos, busco adentrar al observador en un mundo misterioso con imágenes desaturadas e íntimas que rebosan emoción, drama y cierto respeto por la dualidad entre la belleza y el poder brutal que existe en los océanos y la naturaleza.

Sin duda el salir al mar tiene un efecto terapéutico en mí, se ha convertido en una rutina totalmente necesaria, sea haciendo surf o buceo libre, siento que es un tipo de meditación interna. Siento algo muy similar cuando estoy haciendo una caminata en la naturaleza, cuando salgo a correr por la montaña o cuando estoy escalando, es posiblemente en los únicos lugares en los que encuentro el silencio.

Conservación: de la inhóspita estepa a los océanos

Durante mis años trabajando en Kazajistán, vi la desconexión entre las comunidades de Asia Central y los océanos, pero también observe la curiosidad de sus habitantes cuando les hablaba del mar. Ahí me di cuenta de que pocos son los afortunados que pueden presenciar la belleza de los océanos, mientras que todos estamos intrínsecamente conectados a su salud. A pesar de la dependencia que todos tenemos con la salud del mar, nadie protegerá lo que nunca ha experimentado.

Con esta inspiración que me cambió la vida en mente, me mude a Australia, consiguió una carcasa para su cámara y comencé mi búsqueda: capturar la magia del océano para compartir con la mayor cantidad de personas posible, especialmente aquellas sin acceso al océano. Para abrir una ventana al mundo que comienza en el otro lado de la orilla. Para crear una conexión con los animales, pero más aún con las emociones y la energía que se siente inmerso en el mar.

Intentó llevar el equipo adecuado y el entrenamiento hecho, pero me sigue gustando que es la naturaleza quien “tiene la última palabra”, quien provee la magia, puedo pasar semanas intentando capturar un momento, una luz o un animal...ir a distintas horas del día, zonas y temporadas y que nunca llegue a pasar, pero cuando pasa, es una sensación de gratitud increíble.

“La razón por la que estudié veterinaria siempre fue aliviar el impacto que sufren las poblaciones silvestres en las interacciones con las poblaciones humanas. Amo el rol que juega la medicina veterinaria en la conservación de especies, pero después de varios años trabajando en primera línea de defensa en centros de rescate y proyectos de conservación, sentía que el mensaje no salía mas allá de un pequeño grupo de científicos y entusiastas de la naturaleza, los cuales ya estaban bien al tanto de los problemas”

Siempre intento centrar mi trabajo en crear un impacto positivo, todos sabemos los desafíos por los que está pasando la naturaleza, pero concibo que las personas tienden más a cambiar sus hábitos a través de la empatía, la conexión y el cariño. Como dijo Sir David Attenborough “nadie protegerá lo que no les importa; y a nadie le importará lo que nunca ha experimentado”.

Chasing Silence

Hace cuatro años, comencé una búsqueda personal para encontrar la luz y el silencio que habita en los océanos. Aspirando a inspirar, actualmente uso mi fotografía como una forma de crear conexión y fomentar la conservación del medio ambiente. “Chasing Silence” es como llamo a la búsqueda de toda una vida para capturar la magia evasiva que prospera debajo de la superficie del océano y llevar esta belleza a los observadores en lugares distantes.

Los seres humanos estamos intrínsecamente conectados a los océanos, dependemos de su salud ya que proporciona la mayoría de oxígeno del planeta y el agua de lluvia. Pero nuestra conexión no termina ahí, de igual modo que los mamíferos marinos, aun conservamos el reflejo de inmersión mamario, que nos permite permanecer bajo el agua por largos periodos de tiempo.

La búsqueda me ha llevado a explorar los océanos desde los trópicos hasta las regiones polares. Pasando varios meses al año como guía de expedición en los lugares más remotos que quedan en nuestro planeta, he tenido la oportunidad de capturar y compartir lugares como la migración de las ballenas jorobadas en el reino de Tonga, Baffin Island y las Button Islands en el salvaje Ártico canadiense (Nunavut); las montañas glaciares y la vida silvestre única de Georgia del Sur y las Islas Malvinas; y los icebergs y la vasta belleza de la península antártica.

“Creo que estamos intrínsecamente conectados a los océanos y al mundo natural, pero es difícil sentir esa conexión si no tienen la oportunidad de sumergirse en la naturaleza, puede ser un océano, un bosque o una cordillera. Animo a todo el mundo a salir y explorar su propia zona, visitar durante distintas estaciones, pasar tiempo en silencio escuchando cada sonido meticulosamente”

Las imágenes obtenidas durante los últimos años capturan instantes, deteniendo brevemente el tiempo en busca de la perfección del mundo natural, alentando al observador a tomarse un segundo extra para respirar, contemplar los detalles y conectar.

 

Biofilia: Conectando a través de experiencias

Actualmente pasó unos seis meses al año como guía de expedición en regiones polares, conectando a amantes de la naturaleza con algunos de los entornos más salvajes y prístinos del planeta. Después de mi primer viaje a la Antártida descubrí otro mundo, intensificado por el mismo silencio, magnitud y maravilla del mundo submarino, y ahora estoy trabajando para documentar la luz y la magia del último ecosistema intacto en la tierra, probablemente el último lugar que aún pertenece a los animales salvajes. En el camino, las imágenes han creado reconocimiento ganando varios premios internacionales incluyendo National Geographic Underwater Beauty.

Personalmente creo firmemente en el término de EO. Wilson, Biofilia, es inevitable enamorarse de la naturaleza para el alma humana, somos parte de ella y es un honor ayudar a más personas a conectar con el entorno.

Este año íbamos a trabajar como guías nadando con ballenas en Tonga, lamentablemente se ha cancelado debido a las restricciones de viaje, pero nos hacia muchisima ilusion poder conectar a gente con estas increíbles criaturas, no creo que haya nada en el mundo que nos haga más presentes que la mirada de una criatura totalmente libre y salvaje, el mundo parece detenerse.

Tener un impacto positivo en los lugares que visito y dar de vuelta al entorno que vio nacer la imagen es parte de mi filosofía, gracias a la venta de mis imágenes a través de mi web y una campaña de crowdfunding, en 2018 fundamos el proyecto Pacific HOPE donde junto con varios colegas de profesión, llevamos ayuda veterinaria a los animales de la isla de Nomuka, en el reino de Tonga, donde las ballenas jorobadas terminan su migración y dan a luz a sus crías antes de volver a la Antártida.

"No se puede pasar un solo día sin tener un impacto en el mundo que nos rodea. Lo que hacemos marca la diferencia, y tenemos que decidir qué tipo de diferencia queremos hacer" decía Jane Goodall, primatóloga británica.

 

¿Quieres conoces más a Ángel? En este artículo nos cuenta trucos de sostenibilidad en su tiny house sostenible en Australia.

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