Nuestra seguridad en montaña está ligada a una buena planificación de la actividad a realizar, a una formación específica y, por supuesto, al material imprescindible que debemos llevar. Entre este material no debemos olvidar nunca un pequeño botiquín con el contenido básico para atender posibles lesiones leves. Si las lesiones a las que nos enfrentamos son de mayor entidad, bajo ningún concepto o sugerencia adoptaremos asistencias sanitarias complejas que superen nuestros conocimientos y tampoco realizaremos traslados de personas con medios de fortuna que puedan agravar la lesiones de la persona accidentada; nuestra máxima en caso de accidente grave debe ser: asegurar la zona del accidente, avisar a los Grupos Profesionales de Socorro en Montaña y asistir a la persona accidentada según nuestros conocimientos y medios disponibles.

Una vez se ha producido un accidente y nos encontramos en la situación de tener que actuar por encontrarnos en el lugar, bien porque sean de nuestro grupo o porque somos testigos de lo ocurrido (atención: siempre debemos prestar ayuda, porque, si no lo hacemos, nuestra falta de colaboración puede llegar a ser considerada denegación de ayuda al accidentado y esto está penado por la ley) tener unos conocimientos básicos sobre primeros auxilios en montaña es muy necesario para saber cómo actuar, pero también para saber qué no podemos hacer.

Según la gravedad del accidente y si la evacuación es necesaria:

  • Avisar a los Grupos Profesionales de Socorro en Montaña (con la llegada de la telefonía móvil u otros soportes electrónicos la solicitud de ayuda se ha acortado de forma considerable, la nuevas tecnología utilizadas de forma coherente ayudan a salvar vidas en caso de accidentes en montaña).
  • Ver cómo se encuentra el accidentado y asegurar la zona del accidente.
  • Una vez que tenemos una idea clara de su estado, procederemos a realizar los Primeros Auxilios, teniendo en cuenta:
  • Mover lo menos posible a una persona accidentada, sobre todo si está grave o inconsciente.
  • Acondicionarla lo mejor posible y abrigarla.
  • Si tuviéramos que dejarla sola para pedir ayuda, deberemos colocarla en un lugar protegido, cómodo y asegurado para evitar posibles incidencias durante nuestra ausencia.
  • Mantener la calma hasta la llegada de los Grupos Profesionales de Socorro en Montaña
  • Si no estamos solos, no disponemos de medios para comunicar el accidente o no tenemos cobertura telefónica (por convenio internacional las llamadas de emergencia son atendidas por cualquier compañía telefónica que opcionalmente tenga cobertura en la zona donde se produce el accidente) pero si tenemos la posibilidad de enviar a un tercero, nos quedaremos en el lugar del accidente y enviaremos a éste a dar el aviso, sin olvidar los siguientes datos: tipo de accidente., explicar lo que ha ocurrido, lugar del accidente (coordenadas geográficas si es posible), personas accidentadas y su estado, hora aproximada del accidente (atención a la diferencia de luz del verano al invierno), condiciones meteorológicas en la zona (viento, niebla, lluvia, nieve),  decir quién y desde dónde se da el aviso y otros datos de interés (pero siendo breves y claros).

 

Primeros auxilios en la montaña: un botiquín para la montaña

Todos estamos de acuerdo en que llevar un botiquín a la montaña es necesario y también el tener los conocimientos básicos a través de una formación específica para saber cómo actuar en cada caso.

Lo más recomendable es que cada uno diseñe el botiquín según sus necesidades y que se asesore, teniendo en cuenta una serie de consideraciones:

  • El peso y el volumen del botiquín.
  • Duración de la actividad montañera.
  • Aislamiento de la zona donde se vaya a practicar dicha actividad.
  • Posibilidad de improvisar material de curas.
  • Llevar solamente aquello que sepa usarse.
  • Recipiente lo más estanco posible (puede ponerse dentro de una bolsa de congelación con cierre hermético).

Sin ánimo de marcar pautas, estas pueden ser algunas ideas para excursiones en nuestras montañas, que no tienen grandes altitudes ni características tropicales. Un botiquín personal de 45 gramos (+ 50 gramos de la manta térmica) para una excursión de un día podría contener:

  • Algunos comprimidos de ibuprofeno de 600 mg.
  • Aguja
  • Hoja de bisturí.
  • Tijeras
  • Pinzas
  • Paquete de gasas estériles 20 x 40.
  • Antiséptico: en principio las heridas se pueden lavar con agua limpia (de beber). Pero resulta útil llevar povidona yodada. En caso de querer llevarla, y para evitar los desagradables derrames accidentales, se puede llevar en pomada o en frascos monodosis.
  • Esparadrapo
  • Vendas de crepé (1 de 7 cm x 10 m y 1 de 10 cm x 10 m). Sirve para mantener un apósito en su sitio, para aplicar presión con el fin de controlar la hemorragia y la tumefacción, para inmovilizar si es necesario y para favorecer el retorno venoso.
  • Guantes de nitrilo. Como protección personal antes de manipular una herida.

 

Botiquín más completo

Un botiquín de unos 690 gramos para excursiones más largas o para un grupo sería:

  • Manta térmica. La manta térmica refleja el 90% de la radiación infrarroja y es impermeable, por lo que incluso podría ofrecer más calor que una funda de vivac. Si la temperatura exterior es superior a 0°C aumenta la temperatura corporal en 5/8°C; si es inferior a 0°C la aumenta en 3/4°C. Las hay de tres pesos: 50, 100 y 200 gramos (la fina puede romperse fácilmente con el viento).
  • Antiséptico: en principio las heridas se pueden lavar con agua limpia (de beber). Pero resulta útil llevar povidona yodada. En caso de querer llevarla, y para evitar los desagradables derrames accidentales, se puede llevar en pomada o en frascos monodosis
  • Vendas de crepé (1 de 7 cm x 10 m y 1 de 10 cm x 10 m). Sirve para mantener un apósito en su sitio, para aplicar presión con el fin de controlar la hemorragia y la tumefacción, para inmovilizar si es necesario y para favorecer el retorno venoso.
  • Férula moldeable, ocupa poco volumen y es muy versátil.
  • Lápiz de amoniaco para las picaduras de insectos.
  • Hoja de bisturí. De los instrumentos para cortar es el que menos volumen ocupa.
  • Repelente de insectos.
  • Apósitos para rozaduras y ampollas.
  • Gasas estériles 20 x 40. Para cubrir las heridas y minimizar la infección antes del vendaje o antes de aplicar la presión para detener la hemorragia.
  • Puntos de sutura adhesivos (tipo Steri-strip). Para unir los bordes de las heridas inciso-contusas.
  • Guantes de nitrilo como protección personal antes de manipular una herida.
  • Lápiz y cinta americana (enrollada en el lápiz). Suple al esparadrapo, pues pega incluso en temperaturas muy frías y es muy útil, para reparar prendas de vestir rotas, etcétera.
  • Gasa vaselinada 5,5 x 8 (tipo Linitul). Puede usarse para tapar una herida torácica penetrante o para que las gasas no se peguen a la herida.
  • Aguja. Tiene numerosos usos como vaciar una ampolla por rozadura o sacar un pincho clavado en la piel. Al rojo vivo puede servir para drenar un hematoma subungueal, etc.
  • Pañuelo triangular tipo fular (150 x 90). Para inmovilizar las lesiones, especialmente de extremidades superiores.

También son recomendables algunos fármacos:

  • Ibuprofeno de 600 mg. No administrar en caso de úlcera gastroduodenal. El ibuprofeno es un analgésico-antiinflamatorio que puede utilizarse bajo prescripción médica a dosis de 400-600 mg cada 8 horas si es necesario para calmar el dolor y/o reducir la inflamación. Se usa en congelaciones para bloquear los mediadores inflamatorios que empeoran la lesión.
  • Antihistamínico. Se usan en caso de alergia.
  • Amoxicilina con ácido clavulánico 875/125 mg o ciprofloxacino 500 mg, en caso de alergia a penicilina. Administrar 875/125 mg amoxicilina con ácido clavulánico o 500 mg de ciprofloxacino en caso de sufrir una herida que no podrá recibir asistencia médica antes de 6 horas. Estos antibióticos también son útiles en otras infecciones que pueden sufrirse en la montaña (respiratorias, urinarias, otorrinolaringológicas…).
  • Analgésico: paracetamol 1 g y ácido acetilsalicílico 500 mg. No administrar ácido acetilsalicílico en caso de alergia, úlcera gastroduodenal o asma. El paracetamol a dosis de 1 g cada 8 horas o el ácido acetilsalicílico a dosis de 500 mg cada 8 horas son analgésicos que pueden utilizarse bajo prescripción médica para calmar el dolor.
  • Antidiarreicos: en caso de diarrea pueden tomarse 2 comprimidos de entrada, seguidos de un comprimido después de cada deposición diarreica, sin pasar de 6 comprimidos diarios.
  • Tabletas potabilizadoras de agua (tipo Micropur).
  • Colirio antiinflamatorio-antibiótico. Puede usarse en caso de conjuntivitis.
  • Medicación de uso personal habitual (alergias, migraña, hemorroides, acidez de estómago, insulina, adrenalina precargada,…). Evitar llevar fármacos que puedan alterarse con las temperaturas altas (por ejemplo, supositorios, ya que se derriten con el calor).

Y siempre instrucciones de uso y caducidad de los fármacos que llevemos. En el diseño de mi botiquín me han ayudado médicos y sanitarios, la experiencia y las situaciones dadas en actividades en montaña, también he realizado varios cursos específicos de primeros auxilios en montaña que me han ayudado a saber cómo actuar cuando es necesario y os recomiendo encarecidamente que vosotros también adquiráis estos imprescindibles conocimientos.

Para finalizar, como en ocasiones anteriores, recordaros la necesidad de planificar con el máximo detalle vuestras actividades en montaña: material necesario, meteorología, alimentación e hidratación, recorrido y actividad a realizar. Manteniendo estas medidas tendremos aseguradas nuestras actividades y el disfrute del medio donde nos vayamos a mover.