Los montañeros “más aguerridos” tenemos por costumbre tener nuestra meta tan sólo en la montaña, y la verdad es que casi siempre nos faltan fines de semana para dedicarnos a lo que más nos gusta. Pero como la Semana Santa es larga, antes de subir al refugio, vale la pena aprovechar a recorrer las calles de los pueblos por los que pasamos.  Las localidades del valle del Cardós, aún mantienen la autenticidad que han perdido otros valles más turísticos y que aquí se mantienen aún en estado puro.

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Así podremos admirarnos con las iglesias y puentes románicos que atravesamos como la iglesia de Ribera de Cardós que en lugar de acabar en punta como suele ser habitual tiene una estructura de fortificación, las pinturas de la iglesia románica de Ginestarre, que también se llevaron al Museo de Historia de Barcelona o el puente románico de Cassibros, las calles de Lladrós y finalmente, podemos entretenernos en recorrer Tavascan. Todas las calles están muy bien cuidadas y atravesando el puente románico veremos la estatua de homenaje a la Aiguadora, así como la placa en recuerdo a los judíos que atravesaron estas montañas huyendo del holocausto nazi.

Siguiendo su camino podremos hacer en verano la travesía Muntanyes de Llibertat o La Porta del Cel.  Subir al refugio de Certascan en invierno nos exige experiencia e ir bien equipados. No en vano es la zona del Pirineo en que históricamente se acumula más nieve a pesar de su orientación al sur.

Cuando atravesamos el lago más grande del Pirineo, con las raquetas o los esquís, hay que olvidarse que debajo de la nieve y del hielo hay 100 metros de aguas heladas ¡Es una experiencia única! Los paisajes se visten de blanco y el acceso al refugio nos llevará unas 4 horas, pero una vez allí podemos hacer unas cuantas cumbres a las que podremos llegar sin demasiado esfuerzo. Por eso, también podemos traer a aquellos amigos que quieren iniciarse con las raquetas o los esquís.

Semana Santa en la montañaComo siempre, la mayoría de montañeros suben al pico de Certascan por el collado, pero aparte de éste vamos a descubrir otros itinerarios. Por ejemplo, el pico norte de Certascan, subiremos por una preciosa canal a la que llegamos tras atravesar el lago, canal que incluso hemos bajado esquiando a principios del mes de agosto.

-El pico de Guerossos podemos subirlo por la Serra Plana y bajarlo por el Cap de Canalets que nos lleva casi directos al refugio.

-El Tuc del Cap de l’Estany que alcanzamos por una preciosa cresta granítica y podemos bajar por los lagos de Romedo.

-La cumbre que considero más interesante es la que podemos hacer el día que nos vayamos, el pico de Flamisella que nos llevará en un descenso vertiginoso de 1400 metros de desnivel hasta las bordas de Quanca.

En una Semana Santa en la montaña en esta zona, también podemos parar en Llavorsí y bajar por el río Noguera Pallaresa, quizás el mejor río para hacer una bajada en barca de rafting, o con piragua, o hidrospeed…

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