Viajar nos permite descubrir nuevos paisajes, conocer diferentes culturas y personas y vivir experiencias inolvidables. Pero para poder seguir disfrutando de todo lo que nos ofrece, debemos minimizar nuestra huella de carbono y tratar de proteger el planeta. Por ello, desde Ternua os animamos a viajar de manera sostenible, tomando decisiones responsables: empezando por el método que elegimos para transportarnos y siguiendo por cómo actuamos cuando estamos en ese lugar.

El turismo sostenible tiene en cuenta no solo el impacto ambiental, sino que también tiene en consideración otros factores como la economía, el ocio, la cultura y la población local del destino. Es decir, se trata de un turismo con vistas al futuro que tiene un beneficio compartido: beneficia al visitante proporcionando valiosas experiencias, al entorno, a su gente y sobre todo al medio ambiente. 

Pero, para aportar nuestro grano de arena y minimizar nuestra huella de carbono a la hora de viajar es preciso algo de planificación. Por eso os dejamos algunos consejos que os servirán antes, durante y después del viaje. 

Consejos para viajar de manera sostenible

  1. Más tren y menos avión. Debemos tratar de evitar los aviones y cruceros y en su lugar escoger alternativas con menos impacto como los trenes y autobuses, si es que el trayecto no puede hacerse en bicicleta o andando. 
  2. Elegir destinos no masificados y alojamientos que apuesten por la sostenibilidad. Frente al turismo de masas, optamos por viajar a lugares no tan populares, tranquilos y que en muchas ocasiones se encuentran cerca de casa, como estos que nos recomendaban nuestros friends de Viaja por Libre. Optar por destinos y actividades que persiguen lograr un equilibrio entre la acción del hombre y el respeto al medio ambiente, entre los que se encuentran también la Alta Ruta de los Perdidos o la Alta Ruta del Cadí, de la que os hablamos aquí y cuyo reto es proteger la montaña a través de la innovación sostenible. 

Alta Ruta del Cadí

  1. Reciclar, reusar y minimizar la generación de residuos. Para ello, será de gran ayuda llevar con nosotros material que podamos reutilizar, como cantimploras o botellas. Se pueden utilizar aplicaciones como Refill o Tap para encontrar los puntos más cercanos con agua potable. Tampoco debemos olvidar llevar nuestras propias bolsas que nos vendrán bien para almacenar aquello que compremos o transportar nuestras pertenencias y no generar más residuos. 
  2. Apoyar la economía local para contribuir de forma positiva al lugar, su gente, su cultura, costumbres e historia. Comprar productos producidos en el lugar, optar por guías locales, realizar actividades que respeten y contribuyan a proteger el patrimonio natural y cultural del destino y probar la cocina autóctona, son algunas de las pequeñas acciones que marcarán la diferencia y que además nos permitirán aprender e integrarnos en las raíces del lugar que visitemos. 
  3. Concienciar a las personas para que tomen decisiones responsables. Compartir nuestras experiencias y conocimientos puede cambiar su percepción sobre su manera habitual de viajar y hacer que vayan integrando estos hábitos en próximas salidas. 

En definitiva: hay que cuidar todos los pequeños detalles para marcar la diferencia. ¡No hay tiempo que perder!  Es hora de poner en marcha estos consejos tanto en nuestros viajes como en el día a día  para que la única huella que dejemos sean las de nuestros pies.